¿Alguna vez te sientes abrumado por la rutina y los problemas, hablas casi automáticamente con tu esposo/esposa o hijos, o vives chateando en grupos de Whatsapp, descuidando a los que están a tu lado? Si la respuesta es sí, a continuación te ofrecemos algunos consejos para mejorar la comunicación con tus familiares, compuesto por sugerencias para mantener o potenciar la conexión dentro de las paredes de tu hogar.

Cuando nos comunicamos, compartimos con los demás lo que pensamos, lo que sentimos, lo que tenemos y, por último, pero no menos importante, quiénes somos. La familia, lugar de entrega y aceptación mutua, debe ser un contexto privilegiado para que se dé una comunicación auténtica. Sin embargo, a menudo, los problemas de la vida diaria nos llevan a pasar por alto las relaciones con aquellos a quienes más amamos. ¿Cómo revivir, entonces, una comunicación adormecida o carente? Aquí te ofrecemos 5 consejos:

1. Hagan buen uso de la tecnología

Los modernos medios digitales son grandes recursos para la familia, porque nos permiten mantenernos en contacto fácilmente, nos orientan en la planificación de las actividades diarias y nos ayudan a gestionar la comunicación a distancia. Sin embargo, hay que tener cuidado e intentar no reemplazar la comunicación cara a cara con estos modos.

Si has notado falta de comunicación en tu familia, observa y monitorea el uso que haces de las pantallas (tabletas, la tele, celulares). Intenta tomar conciencia de la cantidad de tiempo que pasas en el mundo virtual y oblígate a reducir el tiempo que pasas "en compañía" de la tecnología.

1. Si quieres cambiar de dirección, da el primer paso

Si notamos que falta el diálogo, el compartir, las ganas de conversar, bromear e incluso enfrentar juntos las dificultades, no nos resignemos al estado actual de las cosas diciendo simplemente: "Es lo que es, no puedo hacer nada al respecto". Intentemos realizar los cambios que nos gustaría ver. ¿Cómo te gustaría que la otra persona (esposo/esposa, hijo/hija, hermano/hermana) te tratara? Intentemos verlo desde la perspectiva de nuestro ser querido. Cuando las cosas han empeorado, puede llevar tiempo ver mejoras, pero no nos rindamos antes de haber comenzado. Hay que intentarlo y, sobre todo, perseverar.

1. Habla desde el amor

La forma en la que nos expresamos es muy importante en nuestras relaciones. En casa, a menudo prestamos poca atención a la "forma" en nuestras conversaciones. No siempre usamos tonos educados y corteses, incluso a veces respondemos mal o bruscamente sin pensarlo. A largo plazo, esto desgasta nuestras relaciones familiares. Tratemos de ser amables con nuestra familia, aquellos con quienes pasamos la mayor parte del tiempo. Después de todo, nuestra familia se merece lo mejor de nosotros.

Pero, ¿y si no puedo ofrecer eso el 100% del tiempo? ¿Qué pasa si respondo secamente o me pongo ansioso? Me disculpo y empiezo de nuevo. Lo importante es nunca dejar de trabajar en uno mismo.

1. No olvides decir "gracias"

El Papa Francisco no se cansa de repetir lo importante que es pedir perdón y decir "gracias" en la familia, pues recibir y entregar gratitud nos ayuda a sacar lo mejor de nosotros. Si estamos agradecidos con alguien, deberíamos decírselo ya que nadie puede leer la mente. Nunca debemos dar por sentado las cosas buenas que nos pasan. Por ello, no olvidemos agradecer explícitamente a nuestras familias su ayuda, así sean pequeños gestos, estos hacen grandes diferencias.

1. Creen sus propios momentos, tradiciones y hábitos

Parece trivial, pero poder decir: "Comemos pizza en mi casa todos los domingos", "Tenemos una noche de cine en casa todos los jueves" o "Jugamos a las cartas los viernes", en realidad nos hace sentir parte de algo que es únicamente nuestro, algo que pertenece a solo nuestra familia.

Te invitamos a usar tu imaginación para encontrar ese algo que los une y los hace felices de estar juntos. No des por sentado las pequeñas cosas, ¡haz que sucedan! Crear momentos y tradiciones que rompan con la rutina diaria y, al mismo tiempo, la enriquezcan, sin duda te ayudará a encontrar una armonía que quizás te parezca un poco lejana.

1. Oren en familia

Dios se preocupa por ti y tu familia, y espera que te acerques a Él en oración junto a tus seres queridos. Orar en familia los acerca a Dios y los acerca unos a otros. Cuando te arrodillas con tu familia para orar, acrecientan su fe y su relación con Dios. Además, realizar esta actividad en familia fortalece su amor al orar el uno por el otro ya que se unen en comunión en torno a quien es todo Amor.

No olvides que la comunicación con Dios también es importante, ya que al incluirlo en nuestra vida cotidiana, Él nos llevará de su mano por el buen camino. Él nos espera en cada templo en el Santísimo Sacramento, vivo y realmente presente.

¿Y tú? ¿Tienes algún consejo para mejorar la comunicación en tu familia?