En esta época convulsionada que vivimos, recurrir a Jesús y la Biblia siempre es una buena alternativa. La ansiedad puede apoderarse de nuestras mentes y hacer que nos sumerjamos en la oscuridad, pero en momentos así, debemos recordar que no estamos solos, pues Jesucristo siempre está junto a nosotros. Él ha prometido estar ahí, no abandonarnos ni desampararnos cuando más lo necesitamos.
Es por ello que para enfrentar la ansiedad podemos volcar nuestra esperanza en la palabra de Dios, que no solo reconforta sino también sana. Estos son algunos versículos que podemos leer, estudiar y repetir para que nos ayuden en los momentos difíciles:
1. Mateo 6:25
“Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa? Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?”
2. 2 Corintios 4:8-9
“Por eso, aunque pasamos por muchas dificultades, no nos desanimamos. Tenemos preocupaciones, pero no perdemos la calma. La gente nos persigue, pero Dios no nos abandona. Nos hacen caer, pero no nos destruyen.”
3. Deuteronomio 31:8
“El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes.”
4. Salmo 121:5-8
“El Señor es quien te cuida, el Señor es tu sombra protectora. De día el sol no te hará daño, ni la luna de noche. El Señor te protegerá; de todo mal protegerá tu vida. El Señor te cuidará en el hogar y en el camino, desde ahora y para siempre.”
5. Isaías 41:10
“Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa.”
6. Salmo 46:1-2
“Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. Por eso, no temeremos, aunque se desmorone la tierra y las montañas se hundan en el fondo del mar.”
7. Salmo 73:25-26
“¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Si estoy contigo, ya nada quiero en la tierra. Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna.”
8. Salmo 27:1-3
“El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida, ¿quién podrá amedrentarme? Cuando los malvados avanzan contra mí para devorar mis carnes, cuando mis enemigos y adversarios me atacan, son ellos los que tropiezan y caen. Aun cuando un ejército me asedie, no temerá mi corazón; aun cuando una guerra estalle contra mí, yo mantendré la confianza.”
9. Colosenses 3:15
“Permitan que la paz de Cristo controle siempre su manera de pensar, pues Cristo los ha llamado a formar un solo cuerpo para que haya paz; y den gracias a Dios siempre.”
10. Salmos 34:18
“El Señor está cerca, para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos y han perdido la esperanza.”