No hay receta perfecta ni tiempos establecidos para superar la pérdida de un ser querido, sobre todo si se trata de un hijo. La muerte de un hijo es algo que nadie espera enfrentar, sin embargo, si llega a suceder, lo mejor es encontrar esa fuerza interior que cada uno de nosotros posee, recurriendo a Dios en busca de un acompañamiento espiritual que ayude a sobrellevar la pérdida.

Comprendemos que lidiar con este tipo de pérdida es un proceso doloroso, que parece imposible de superar, pues el vacío que deja un hijo parece no poder ser llenado por nada. No obstante, es desde esta profunda tristeza, que no se compara con ninguna otra, que podemos acercarnos a un espacio de plenitud, transformando todos los sentimientos negativos en fortaleza para continuar adelante. Tu vida nunca volverá a ser la misma, pero esta debe continuar.

 ¿Cómo lidiar con esta pérdida?

  •  Aceptar la realidad

Puede que tome un tiempo reconocer la pérdida, pero es importante alcanzar este paso para continuar con el proceso de sanación. No te reprimas, llora lo necesario y mentaliza que este dolor es pasajero y en algún momento dejará de ser tan desgarrador.

  • Comunicación en pareja

Conversar para poder expresar lo que sienten con respecto a la pérdida, convirtiéndose en un apoyo mutuo a través del proceso de duelo.

  • Recordar al hijo amado

Hablar de él o ella, pronunciando su nombre en voz alta, rememorando los buenos momentos que pasaron juntos. Cuenta cómo era, sus virtudes y sus defectos.

  • Continuar su legado

Realizar una acción en su honor, algo en lo que él o ella hubiesen participado. Tal vez ser voluntario para contribuir en determinadas causas sociales, o colaborar con alguna asociación sin ánimo de lucro.

 

Permitámonos sentir las emociones que nos deja el duelo y la pérdida, entendiendo que el dolor no será para siempre, y que continuar con nuestra vida es también una manera de honrar la memoria de quienes ya no están con nosotros.