La salud mental es algo que todos tenemos y debemos cuidar, al igual que la salud física. Nuestro estado de salud mental puede fluctuar desde la positividad, la felicidad, la satisfacción hasta sentimientos de estrés, ansiedad u otros desafíos. Sin embargo, solo un pequeño porcentaje de quienes afrontan problemas de salud mental reciben tratamiento o buscan ayuda. Además, los amigos y familiares que quieren ayudar a menudo pueden tener dificultades para encontrar las palabras o se sienten inseguros de cómo hablar sobre la salud mental.

Para ayudar a iniciar la conversación, hemos encontrado diversas formas en las que puedes presentar el tema a un amigo, ser querido o colega:

1. Intenta iniciar la conversación sobre otro tema que no sea la salud mental

Si te preocupa que tu amigo no esté dispuesto a aceptar apoyo sobre un problema de salud mental en específico, simplemente comienza por verificar: pregúntale cómo está y cómo se siente con su trabajo o vida social. Al comunicarte principalmente para ponerte al día, estás creando un espacio para que tu amigo comparta y reciba el apoyo que necesita. Comenzar con un tema de conversación general y alegre puede ayudar a que tu amigo se sienta más cómodo y logre hablar sobre el tema.

2. Hazle saber que reconoces que está pasando por un momento difícil

Si sabes que tu ser querido ha pasado por un momento difícil, que está afligido, lidiando con un problema en el trabajo o en su relación, o ha experimentado un evento traumático, trata de reconocerlo en la conversación. Puedes decir: "Soy consciente de que has estado lidiando con mucha presión en el trabajo, ¿cómo te sientes?" Es posible que estén menos dispuestos a mencionar temas o problemas incómodos por temor a ser juzgados, por lo que reconocer que están pasando por un momento difícil puede darles la oportunidad de hablar sobre ello y sentirse cómodos con tu apoyo.

3. Comienza diciendo que su bienestar te importa

Si no estás seguro de cómo puedes ayudar, simplemente hacerles saber que quieres apoyarlos es una forma positiva de iniciar la conversación. Empieza diciendo: “Entiendo que las cosas sean difíciles para ti en este momento. Quiero que sepas que me importas y que estoy aquí para ti, si hay algo que pueda hacer para ayudarte, házmelo saber.” Lidiar con problemas de salud mental puede ser muy solitario, por lo que escuchar, darle tiempo y espacio a la persona, y simplemente decir que estás ahí para ayudarla puede marcar una gran diferencia.

4. Ofrece tu ayuda en su día a día

A veces lidiar con problemas de salud mental puede parecer abrumador e incluso las tareas cotidianas se sienten imposibles de realizar. Si alguien que conoces se siente así, considera comenzar la conversación ofreciendo apoyo práctico, ya sea ayudándolos a administrar su día yendo de compras por ellos, apoyando un proyecto o haciendo un mandado. Pequeños actos de bondad como este pueden marcar una gran diferencia para alguien que se siente abrumado y ayuda a disminuir la presión. Incluso puedes encontrar que estas acciones conducen naturalmente a una conversación sobre cómo les está yendo.

5. Céntrate en las sugerencias

Si bien puede parecer útil ofrecer consejos basados en experiencias personales, si no eres un profesional de la salud mental, es importante tener en cuenta que puede no ser apropiado dar consejos. Todos procesamos nuestros pensamientos, sentimientos y emociones de manera única, así que trata de concentrarte en sugerir opciones de apoyo. Por ejemplo, mencionar: "¿Conoces esta organización que ofrece acompañamiento psicológico? ¿Qué te parece echar un vistazo a su sitio web o llamarlos?" o “¿Has considerado hablar con un profesional sobre cómo te sientes?” Esto facilita la conversación para explorar opciones, y le está mostrando a la persona que no tiene que seguir sintiéndose estancada, temerosa o abrumada, y que puede acceder a varios tipos de apoyo disponibles.

6. Pregunta qué puedes hacer para ayudar

La salud mental puede ser un tema delicado del que hablar, así que trata de simplificar las cosas haciéndoles preguntas abiertas como: "¿Qué puedo hacer para ayudarte?" Es importante recordar que la experiencia de cada persona con la salud mental es diferente y no existe una solución única que ayude a todos. Entonces, al hacer preguntas abiertas, estás empoderando a la persona para que exprese cómo se siente y qué necesita. En lugar de ofrecerles lo que crees que necesitan, pregúntales qué les ayudaría y continúa desde allí.

7. Hazle saber que eres un soporte a largo plazo

El estado de nuestra salud mental puede fluctuar y es un viaje en el que todos nos encontramos. Hablar sobre cualquier dificultad es un primer paso poderoso, ya que puede abrir la puerta a oportunidades para un mayor apoyo, autocuidado y recuperación. Las personas a menudo necesitan tiempo cuando atraviesan problemas de salud mental, y una forma de honrar esto es ofreciendo apoyo a largo plazo. Hazles saber que les ofreces tu apoyo a largo plazo y que estarás allí para ayudarlos en las próximas semanas y meses: “Estoy aquí si necesitas hablar, ya sea hoy, mañana o en cualquier momento.”

Lo más importante es iniciar la conversación y, si no estás seguro de qué decir, esperamos que los consejos brindados puedan ayudarte. Comenzar esa charla podría marcar la diferencia para tu amigo, ser querido o colega que está batallando con su mente. Recuerda tratar la experiencia de todos con amabilidad y sin juzgar.