El amor de madre es único e incondicional, y ellas suelen ser una de las personas más importantes de toda nuestra vida, pues son las que nos sostuvieron primero en sus brazos, las que estuvieron en nuestros primeros pasos y quienes nos guiarán siempre desde donde se encuentren.
La historia de un ser humano suele estar conectada por un lazo especial con su madre, por lo cual, cuando llega el momento de su partida, este suceso quedará grabado por siempre en el corazón de los hijos. Sin embargo, más allá de la tristeza y el dolor que se pueda experimentar, debemos ser capaces de continuar con nuestro camino, tal y como nuestra mamá lo hubiese deseado. Puede resultar muy complicado saber superar la pérdida de una madre, pues no importa cuánto tiempo haya vivido, siempre sentiremos que es demasiado pronto para que nos deje. Por ello, queremos brindarte algunas recomendaciones para que poco a poco retomes tu vida, teniendo presente que una madre siempre estará en el corazón de cada uno de sus hijos.
Como en todo duelo, es natural que tengas una sensación de vacío, tristeza, dolor, y debes permitirte aceptar todo ello, dándote un tiempo para ti mismo y evitando huir o superar de un día para otro esta pérdida. Por otra parte, aunque no parezca importante, es indispensable mantener una dieta balanceada y dormir lo suficiente, pues la pena no solo agota emocionalmente, sino también físicamente.
Expresarte, ya sea conversando con otros familiares o escribiendo una carta hacia la madre, es primordial. Así, podrás compartir tus sentimientos con otras personas, y te darás cuenta que no estás solo en tu dolor, por lo que también la sensación de vacío disminuirá.
Días especiales, tales como el cumpleaños de tu madre, Día de la Madre u otras fechas que eran importantes para ella, pueden significar todo un reto; no obstante, debes plantearte cómo deseas honrarla en esos días. A veces no es necesario realizar alguna actividad en específico, puedes homenajearla incluso aferrándote a lo que ella representaba, a sus cualidades y virtudes, siguiendo su ejemplo en tu día a día.
No te apresures a dejar de sentir o a “seguir adelante”, cada persona es diferente y maneja el duelo a su manera. Así como tu mamá alguna vez lo hizo, recuerda que siempre habrá personas dispuestas a escucharte, darte una mano y levantarte de dónde te encuentras.