La Semana Santa es uno de los tiempos litúrgicos más importantes para todo católico, pues concentramos nuestra mirada en Cristo, su amor y redención. Lo vivido por Jesús durante dicha semana nos invita a vivir el misterio pascual e involucrarnos de lleno en actividades que nos ayuden a ello. ¿Cómo podemos hacerlo este año? Probablemente muchos de los fieles aún continúen en confinamiento o resguardando su bienestar evitando salir de sus hogares, por lo cual las opciones para vivir la Semana Santa pueden sentirse reducidas. Sin embargo, hay muchas alternativas para vivir en familia, y así conmemorar el sacrificio de Jesucristo:

Jueves Santo: durante este día se rememora la última cena de Jesús y sus discípulos, por lo cual, toda la familia podría reunirse durante la cena, dejando de lado cualquier distracción. Comencemos con una oración en donde reconozcamos nuestras culpas y pecados, y pidamos, de corazón, perdón por ello. La idea es convivir y disfrutar juntos, compartir las enseñanzas de Jesús, reflexionar sobre ellas e imitarlas posteriormente.

Viernes Santo: este día es uno de reflexión y alabanza, en el cual se recuerda el difícil camino de Jesús hacia la cruz. Iniciemos con el ayuno y continuar con la abstinencia y oración a lo largo del día. Asimismo, en familia también podemos reflexionar sobre nuestras faltas personales, y las caídas que hemos tenido en conjunto como sociedad. Además, cada miembro del hogar puede realizar un dibujo de la cruz y escribir qué es lo que significa para cada uno, de modo que ofrezca una adoración a la cruz, terminando la dinámica con un Padre Nuestro y un Ave María.

Sábado Santo: comenzamos este día refugiándonos en el corazón de María, quien confía expectante que se cumplan las promesas del Hijo. Acompañémosla rezando un rosario y agradeciéndole por su fe que nos sostiene. Al caer la noche encendemos una vela, la cual representa a Cristo resucitado, dando inicio así a la vigilia pascual. Pasamos la vela de una persona a otra, viendo como la luz de Jesucristo ilumina a cada uno de nosotros, y finalmente a todo nuestro hogar. Elevamos una oración y pedimos que, al igual que Jesús, nosotros también logremos salir victoriosos de la difícil situación en la que nos encontramos. Nos encomendamos a Jesucristo, viviendo este día con mucha fe y esperanza.

Por último, durante el Domingo de Resurrección, los invitamos a acompañarnos en oración durante una misa especial para finalizar la Semana Santa. Esperamos que todos participen en estas actividades, y se entreguen en mente y corazón a Jesucristo.

Finalmente te invitamos a seguir todas las transmisiones que se den en vivo por las redes sociales de las celebraciones litúrgicas de cada día, especialmente la Misa de la Vigilia Pascual y/o la del Domingo de Resurrección. Recuerda que la Misa es el corazón de nuestra fe, allí Cristo se hace presente y nos redime.