Entre las ofertas por las fiestas navideñas y la emoción que nos traen las mismas, algunas veces podemos perder de vista a Jesús en esta época. Por supuesto, entendemos que el nacimiento del niño Jesús es la verdadera razón de la Navidad, pero el ritmo acelerado que suele tener esta celebración nos suele alejar de su verdadero significado. Entre el trajín de los días, decoraciones, celebraciones, regalos por comprar y esperar, la mayoría de nosotros debemos hacer un esfuerzo especial por mantener nuestra atención enfocada en el milagro que debemos estar celebrando.

Mientras luchamos por hacernos tiempo para considerar lo sagrado y espiritual, puede surgir la pregunta ¿cómo celebrar el nacimiento de Jesús? Es cierto que la Navidad se celebra en la Iglesia mucho después de que Jesús ascendió al cielo, y esta fecha debe ser una ocasión para meditar sobre nuestra vida y cuál sería la mejor manera de recibir al niño Jesús. El Señor en los evangelios nos muestra muchas veces como vivir ocasiones especiales sin perder de vista lo esencial:

Jesús nos invita a vivir la caridad

Jesús nos pide repetidamente que vivamos nuestras vidas al servicio de los demás, lo cual aplicaría también para estas festividades en su nombre. Específicamente, Jesús nos pidió que hiciéramos un esfuerzo adicional para satisfacer las necesidades de los pobres, los hambrientos y sedientos, los que necesitan ropa y los enfermos. ¿Puedes pensar en una forma en que puedas llegar a los pobres, los hambrientos, los sedientos, los necesitados, los enfermos o los encarcelados en esta Navidad?

 

Jesús nos invita a recordar lo esencial

A nuestro Salvador no le importaba las posesiones materiales, como menciona en Mateo 6:19: “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan.” No obstante, Él nunca dijo que las posesiones son malas, además, no hay evidencia alguna en las Escrituras de que Él diga que darse regalos está mal. Pero sí nos advirtió que nuestras cosas no son tan importantes como pensamos. Este mensaje antimaterialismo ciertamente vale la pena volver a visitarlo en la época navideña.

Jesús nos invita a reflexionar en el Plan de Dios para nuestra vida.

Para enseñar las buenas nuevas. En la Biblia vemos a Jesús usando un festival como una oportunidad para enseñar la verdad. Al leer estos pasajes, recordamos el simple hecho de que no todos conocen el verdadero significado de la Navidad. No todos entienden que Jesús no se quedó en un pesebre, sino que murió para pagar el precio de nuestro pecado. No todo el mundo tiene una paz que sobrepasa el entendimiento y la esperanza de que esta vida no sea todo lo que hay.

Jesús aprovechó esos momentos en que muchas personas se reunieron para celebrar una fiesta para revelar la verdad acerca de Dios. Podemos hacer lo mismo. Sigamos el ejemplo de Jesús y aprovechemos la oportunidad única que brinda la Navidad para enseñar a otros acerca de Él.

Claramente, esta temporada no se trata realmente de Papá Noel y los regalos, sino del nacimiento de nuestro Salvador y de dar gracias a Dios porque al hacerse uno de nosotros nos manifiesta su amor. Decoremos nuestras casas de fiesta y celebremos con lo mejor que tenemos y podamos, sin olvidarnos lo que realmente es importante. Que en este tiempo especial dirijamos nuestro corazón ante el milagro del pesebre: la Navidad es Jesús.