Las oraciones de intercesión son una manera simple pero profunda de expresar nuestro cuidado mutuo, apoyarnos los unos a los otros y mantenernos humildes. Si no estás familiarizado con la oración de intercesión, es sencillo: es cuando oras en nombre de otra persona ante Dios. Eres el intercesor de sus problemas y necesidades.
Sobre esto, la Iglesia Católica declara que desde Abraham, la intercesión -pedir en nombre de otro- ha sido característica de un corazón sintonizado con la misericordia de Dios, pues en la intercesión, el que ora mira no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás.
Si quieres iniciar con esta práctica, debes recordar que no tienes que abordar la oración de intercesión solo. Si estás familiarizado con alguna de las apariciones de Nuestra Señora en algún momento de la historia, sabes que ella siempre nos instó a orar por la salvación de las almas, tanto vivas como muertas. Somos muy afortunados, porque ella es la intercesora celestial de todos ante Dios. Ten en cuenta que esta práctica de la oración de intercesión cubre a todos: familia, amigos, y más.
Por tu familia y amigos
La oración trata de estar en relación “unos con otros”, incluida tu relación con Dios y tu relación con la persona por la que estás orando. A veces, puede que no estés en una posición, en términos de medios económicos o talento, para responder a las necesidades de otra persona. Pero siempre puedes orar por ellos: la oración es gratis y cualquiera puede hacerlo. Si alguien comparte contigo una preocupación, una necesidad o un problema, diles: “Oraré por ti”.
Por tu trabajo
Puedes también orar por tus compañeros de trabajo, a los que ves todos los días y con los que compartes gran parte de tu rutina. Asimismo, orar por su éxito profesional, para que cumplan con sus objetivos trazados. Si tenemos éxito es porque no trabajamos solos, sino que Jesús tiene su mano en todo, lo bueno y lo malo.
¿Cómo hacerlo?
Mantén la oración de intercesión simple, ya que hay mucho por lo que orar. Puedes tomar un cuaderno que no uses y cada vez que sientas la necesidad de orar por alguien, escribe la intención que tienes. También puedes elegir si leer cada oración de intercesión o simplemente poner tu mano sobre el cuaderno y pedirle a Jesús y María que se encarguen de todas las peticiones que has escrito.
La oración frente al Señor Sacramentado es una de los medios más eficaces de oración de intercesión. Rezar frente al Santísimo o sobre todo ofrecer una Misa por las intenciones solicitadas son un espacio privilegiado de oración.
Confía y da gloria
La mayoría de las veces, no sabrás si tu oración ha sido respondida. Pero debes confiar en que tus peticiones son escuchadas y que el buen Dios que ama a sus hijos, por lo que Él nos dará lo que necesitamos y lo que nos hará bien. Por eso, demos gloria a Dios con anticipación porque sabemos que siempre responderá a nuestra oración. Dilo en voz alta a alguien u ofrece una oración personal de acción de gracias.
¿Ya practicas la oración de intercesión? ¿Cuáles son tus formas favoritas de oración? Te invitamos a poner en práctica esta acción y también comentarlo con tus amigos y familiar