Los tres reyes son figuras clásicas en todos los nacimientos navideños: un rey sobre un camello, otro arrodillado ante el pesebre y otro de pie listo para ofrecer sus regalos. Pero, ¿quiénes eran los Reyes Magos y qué sabemos de ellos?

La historia del Día de los Reyes Magos se remonta a la celebración de la Fiesta de la Epifanía, que significa manifestación. Jesús, nacido tranquilamente en el establo de Belén, se revela o se manifiesta como el Hijo de Dios. En el reconocimiento de los Magos, Cristo es revelado a las naciones.

La historia bíblica cuenta que tres “sabios del oriente”, o magos, siguieron a la estrella de Belén a través del desierto durante 12 días hasta que llegaron al establo donde nació Jesús. Pero no fue hasta el siglo IV que la celebración se dividió en dos fiestas: una de Navidad y otra de Reyes, exactamente 12 días después.

Y, aunque no se conoce con exactitud sobre su vida, la evidencia de su existencia se encuentra en los primeros 12 versículos del relato de San Mateo. Todo lo que podemos deducir de ese pasaje es que se les llamaba magos, que vinieron del este a Jerusalén y que habían visto una estrella que anunciaba el nacimiento del Rey de los judíos.

El evangelio no dice que hubo tres reyes magos, sin embargo esta idea surge de los tres regalos que trajeron. La tradición de la Iglesia los nombra como Gaspar, Melchor y Baltasar, viajaron una gran distancia para rendir homenaje a Cristo, trayendo consigo excelentes regalos de oro, incienso y mirra. De este gesto dado hacia Jesús es que nace la tradición de darles regalos a los niños en este día.

Volviendo a la actualidad y colocándonos en nuestro contexto, en los Andes, donde se celebra grandemente la “Bajada de los Reyes”, enero marca el apogeo de la temporada de lluvias que trae agua esencial para el cultivo y una buena cosecha. Los antiguos peruanos celebraban la lluvia con muchas festividades, que luego se mezclaron con las celebraciones españolas del “Día de los Reyes Magos”. Asimismo, los niños normalmente se disfrazan de los tres reyes magos y van de puerta en puerta para cantar villancicos y recolectar donaciones para la caridad.

A pesar de las circunstancias, con un virus aún rondando nuestros hogares, tenemos algunas alternativas para celebrar esta festividad desde casa. Recordemos en familia el inmenso don del nacimiento del Niño Jesús y pidamos para que, como los niños, nos maravillemos.

Si tenemos niños pequeños, este es un momento especial para recordar con ellos el inmenso don de la Navidad y participar con ellos en una oración colocando a los reyes magos en el pesebre.

Recordemos que todo este tiempo de Navidad, en que celebramos el nacimiento del Niño Dios, podemos unirnos más como familia, usando los medios tecnológicos que nos permiten conectarnos, y así juntos dar gracias a Dios por el don de su venida entre nosotros.